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Por: Alejandra de la Llave
17 marzo 2024
La actriz madrileña María Garralón regresa este próximo 21 de agosto a Mérida. Lo hará en la 70ª edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida con la obra ‘Ifigenia’ junto a otros actores como Juanjo Artero, con quien vuelve a coincidir 42 años después del estreno de ‘Verano Azul’. Con una trayectoria de sobra conocida, la intérprete de ‘Farmacia de Guardia’ revela a elcierredigital.com que «todavía sigue sintiendo vértigo al subirse al escenario».
Hablar de la actriz María Garralón es hablar de la historia de la interpretación. Con el paso de los años vive con alegría que la gente la recuerde como ‘Julia’, la pintora que capitaneó a una pandilla de chavales que pasaban sus vacaciones en el municipio malagueño de Nerja en la serie ‘Verano Azul’. Y no solo aquellos niños que hoy son adultos, sino también las nuevas generaciones.
Y, precisamente, será este próximo 21 de agosto cuando la intérprete madrileña regrese a la 70ª edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida junto a uno de esos jóvenes con quien trabajó en el proyecto emitido en Televisión Española del cineasta Antonio Mercero. Será junto el también actor Juanjo Artero con quien estrene ‘Ifigenia’ la cual se podrá ver hasta el 25 de agosto. Un hecho por el que tal y como ha confesado en conversación con elcierredigital.com, “está muy feliz”.
Acaba de estrenar la serie ‘Una vida menos en Canarias’ y, también, ha despedido la ficción ‘Amar es para siempre’, pero la trayectoria profesional de la actriz está marcada por otros títulos televisivos como ‘Compañeros’ donde encarnaba a la recordada Rocío, ‘Farmacia de guardia’ en la que se ponía en la piel de la policía María Encarnación o ‘Menudo es mi padre’ en la que interpretaba a Rosi.
Sobre las tablas debutó en Mérida con ‘Las suplicantes’ pero también ha interpretado papeles en obras como ‘El Galán fantasma’ de Calderón de la Barca, ‘Los Ladrones somos gente honrada’ de Enrique Jardiel Poncela o ‘La Bella Dorotea’ de Miguel Mihura. Y será este próximo mes de agosto cuando vuelva al escenario del Teatro Clásico de Mérida. “Tengo la misma ilusión pero menos miedo que hace tres años porque nunca había estado allí”, ha revelado María Garralón.
-En primer lugar Maria, ¿cómo se encuentra?
-Con ‘goterillas’, pero estoy mejor. Afortunadamente, del ictus que sufrí el año pasado no he tenido muchas secuelas. Pero, bueno, me imagino que son problemas de la edad.
-Hace tres años fue su primera vez en Mérida y este próximo 21 de agosto vuelve a ese escenario fantástico del Teatro Clásico, esta vez, con ‘Ifigenia’ en la 70ª edición del Festival, ¿cómo afronta este reto?
-Soy un poquito inconsciente en estas cosas. Enseguida digo que sí y luego lo pienso y digo: “ay Dios mío, ¿podré hacerlo?” O “¿estaré a la altura”?. Pero, realmente, con mucha ilusión porque sé con quién voy y sé que Maribel Mesón, Eva Romero, Silvia Zarco son mujeres maravillosas y me van a cuidar muchísimo. Por ello, también tengo mucha confianza en que no va a pasar nada y va a estar todo estupendo. Tengo la misma ilusión pero menos miedo que hace tres años porque nunca había estado allí y era la primera vez que trabajaba en ese escenario maravilloso y, la verdad, que fue impresionante. También creo que la emoción que sientes al subir al escenario del Romano no se va nunca.
-Su personaje en ‘Ifigenia’ es Hécuba, una mujer que pasa de ser la reina de Troya a ser una esclava…¿cómo definiría, según sus palabras, a su personaje?
-Ahora estoy en el proceso de leer el texto muchas veces. La historia empieza con la figura de Helena de Troya y Agamenón quiere que sea para él. Por circunstancias, esta mujer termina siendo esclava y con toda su familia muerta. Matan a su marido, a sus hijos y la única hija que queda con vida también se la van a matar. Entonces, yo creo que llega un momento en el que sale esa parte animal que tenemos todas las madres y en el que decimos: “hasta aquí, ya no puedo más con este dolor”. El dolor ya es superior a todo, a cualquier cosa física que te puedas imaginar, el dolor de esta mujer por el que hace lo que sea y, por ello, se convierte en salvaje.
-Además de trabajar con actrices como Maite Vallecillo o actores como Alberto Barahona, vuelve a coincidir con una persona muy especial como lo es Juanjo Artero. Se vuelve a encontrar con él, esta vez sobre las tablas, ¿Cómo se siente de cara a vivir esta aventura profesional junto a él ?
-Nosotros hemos estado en contacto durante muchísimos años pero no hemos vuelto a trabajar juntos. Siempre que nos hemos visto hemos dicho que teníamos que hacer una función juntos y, de repente, surge esto. Estamos felices y yo encantada de trabajar con Juanjo después de tantos años.
-Con este ya son tres años en los que se has subido al escenario del Teatro clásico de Mérida, ¿sigue sintiendo vértigo?
-Todos los días. Cuando trabajo y pongo un pie en el escenario sigo sintiendo vértigo. Ya en el momento en el que me estoy maquillando para actuar me empiezo a poner nerviosa y eso que tengo años .
-¿Dónde se siente más cómoda María Garralón?
-Quizá ahora, en televisión, donde todo va muy deprisa, me pongo más nerviosa porque no soy tan rápida. El teatro es mi base porque fue donde empecé y de cine he hecho muy poco.
-De no haberse dedicado a la interpretación…
-Cuando decidí dedicarme a esto yo estaba estudiando turismo, o sea que me imagino que en aquel momento yo lo que querría haber hecho habría sido viajar pero también me he hartado a viajar con el teatro.
-Precisamente este pasado mes de octubre se cumplieron 42 años del estreno de ‘Verano Azul’, uno de los trabajos interpretativos por los que más se le recuerda, una serie que además estuvo muy presente en política este verano… ¿Qué le pareció que el Partido Popular usara la serie con fines políticos?.
-Fatal. A mí no me gustó nada. Yo creo que ‘Verano Azul’ es, un poco, propiedad de la humanidad. No tiene por qué nadie coger y decir: “ah, esto que me viene bien y lo cojo para hacerme publicidad”. No me pareció bien. Creo que los partidos políticos deben estar en otras cosas.
-La familia de Antonio Mercero, su creador, mostró su indignación…
-Pues no lo sé, pero me imagino. Es que no hay por qué. A mí realmente me pareció que estaba fuera de lugar.
-Volviendo a ‘Verano Azul’, ¿cómo se siente al ser recordada, no solo por aquellos niños que veían la serie en los años ochenta, sino por las nuevas generaciones?
-Yo alucino un poquito. Que se haya estrenado hace 42 años y que la gente me siga llamando Julia. Es fuerte. De repente digo: “es que da igual, haga lo que haga. Aunque me vean destrozándome por las piedras de Mérida yo seguiré siendo Julia”. A estas alturas de la película lo tengo muy asumido y ahora pienso que es una alegría. Tuve mucha suerte por poder trabajar en ‘Verano Azul’ y de haber podido estar ligada a la serie, a Nerja y a Julia. Hay que dar gracias a la vida porque te pasen estas cosas.
-¿Veremos un próximo reencuentro de los protagonistas?
-No lo sé. Antes nos reuníamos más cada cierto tiempo.
-Otro de sus grandes trabajos fue ‘Compañeros’ donde coincidió con Concha Velasco, ¿cómo era Concha?.
-Yo empecé con ella. A mí me dieron la carta de meritoriaje que por aquel entonces, cuando yo se empezaba en el teatro, tú tenías que tenerla o conseguirla por medio de la Escuela de Arte Dramático o por medio de una carta que te daba un director de compañía. Entonces te daban esta carta, que era un tipo de carta de presentación que reflejaba que eras válida para trabajar en esto. Yo ya había hecho cosas antes y recuerdo que aquella carta me la dio José Tamayo en el Teatro Bellas Artes.
Yo entré a trabajar en esa compañía en obras como ‘Abelardo y Eloísa’ y en la que la protagonista era Concha Velasco. Imagínate cuanto he podido querer a esta persona porque más agradecida no he podido estar. El pistoletazo de salida me lo dio Concha Velasco y con ella he tenido una relación que ha durado muchos años. Yo siempre la he querido mucho y cuando vino a ‘Compañeros’ me hizo mucha ilusión. Yo creo que Concha ha vivido profesionalmente muchas cosas maravillosas. Ha sido una gran madre. Era muy apasionada para todo y una persona muy especial. Ha tenido una vida muy bonita.
-Acaba de finalizar ‘Amar es para siempre’, uno de sus últimos proyectos en televisión, y además ha estrenado también ‘Una vida menos en Canarias, ¿se siente con ganas de emprender proyectos nuevos?
-Yo ya hago cosas que me gusten, nada más. En esas estoy. Tampoco me quiero volver loca trabajando pero si me ofrecen cosas que me gusten mucho, pues las haré y, también, si veo que puedo. Y si no, pues nada, a esperar otra cosa y metida en mi casa, que estoy tan a gusto. Yo en casa soy feliz. Tengo dos hijos maravillosos a los que adoro y,también, unos amigos extraordinarios y una bonita familia. ¿Qué más puedo pedir?.