Hace treinta años la Primera Cadena de TVE estrenaba en la sobremesa de los domingos Verano azul, una serie dirigida por Antonio Mercero que está instalada con honores en la memoria popular. En Nerja hoy se celebra el recuerdo a esa conmemoración y un homenaje a su fallecido protagonista, Antonio Ferrandis, Chanquete. María Garralón, aquella joven que interpretaba a Julia, ha estado muy cerca de la organización de este homenaje al encontrarse en la Costa del Sol grabando la serie que produce Linze para Canal Sur, Arrayán, en la que interpreta a Loreto.
-Julia, la pintora, era una amable joven y al cabo de los años ha regresado a la provincia malagueña con un personaje bastante diferente, el de Loreto.
-Loreto no tiene nada que verdad con Julia. Es una madre con muchos problemas y ya la irán descubriendo los espectadores.
-Decía usted que ahora con Arrayán casi vive en el AVE.
-Empecé en junio y son muchas horas grabando, pero también muchas otras preparando el papel. Vivo parte de la semana en Coín, pero en todo ese tiempo estoy casi concentrada en el trabajo.
-Vuelve a estar cerca de los rincones de Nerja ¿Le molesta que le estén recordando Verano azul a cada momento?
-Estoy acostumbrada. No me molesta. Fue un momento importante a nivel de trabajo y después me costó un poquito arrancar. Como era la chica que salía en Verano azul me ponían pegas para el trabajo, me marcó un poco, pero luego a nivel personal me ha dado muchas satisfacciones.
-¿Cómo va a vivir los actos de hoy? ¿Estarán todos?
-Siempre hemos disfrutado de las conmemoraciones de la serie. Yo he estado varias veces en Nerja, una población que amo profundamente y que tiene una energía especial. En el acto de hoy lo que está previsto es reunirnos en el Balcón de Europa y haremos un recorrido en carroza. El que quiera ir en bici, pues también. En el parque Verano Azul, donde está la réplica de La Dorada, habrá un homenaje a Antonio Ferrandis y también a Antonio Mercero, que estará ausente por su enfermedad.
-Le costó arrancar después de Julia, pero en aquellos años no había tantas series como ahora.
-Pero entonces había menos actores. Yo he hecho cine y mucho teatro. No me ha faltado trabajo y al cabo de 30 años, aquí sigo. Ferrandis dejó de ser Ferrandis y se convirtió en Chanquete para todo el mundo. La serie ‘se comía’ a los actores. Le pasó a Juan José Atero, que descubrió su vocación como actor, y le ha costado años tener su sitio. Yo he tenido crisis de identidad porque me han llegado a llamar «Julia la de Romerales» , mezclando con Farmacia de guardia.
–Verano azul se rodaba en cine y Farmacia de guardia, en vídeo. Dos series diferentes. Dos épocas. Dos formas de trabajo…
–Farmacia era casi de producción industrial. Como me sucede ahora. Hay que tener una salud de hierro para seguir el ritmo de Arrayán.
-¿No le sacó partido a Julia en la publicidad?
-Los actores españoles no somos ricos y la publicidad me compensó, poco, la falta de trabajo. Cuando ahora se emite Verano azul el rendimiento lo obtenemos, también poquito, a través del organismo AISGE.
-¿Qué sensación tiene sobre Verano azul al cabo de treinta años de su estreno?
-Lo veo todavía como muy cercano. Para mí es como si no hubiera pasado mucho tiempo. Todo el mundo además la recuerda. He tenido tantas experiencias personales tan gratas, cada día, que sólo tengo palabras de agradecimiento a los compañeros y a Mercero.
-¿Mantiene el contacto con todos los actores?
-Sí. Para mí es estupendo que Miguel Joven (Tito) sea embajador de Turismo de Nerja o que Miguel Ángel Valero (Piraña) sea un cerebrito catedrático. Desde pequeño se le veía el interés. Juanjo Atero y todos los demás, que han trabajado muchísimo…
-Las repeticiones de Los Simpson multiplican por cinco o seis veces las que hubo de Verano azul ¿hemos sido injustos?
-Es que sólo eran 19 capítulos y no los 300 que se repiten una y otra vez de otras series.
-¿Por qué no se hizo la segunda parte anunciada hace tres años?
-Sólo hay un Verano azul. Se iba hacer una secuela, donde yo iba a estar, pero no merecía la pena.
Fuente: Diario de Sevilla
Francisco A. Gallardo