Fuente: La opinión de Murcia
Enrique Soler
«Tengo un recuerdo muy bonito de Caravaca y de la Semana del Teatro»
Con la última coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, ‘Las Suplicantes‘, se abre la 41 edición de la Semana de Teatro de Caravaca. Se trata de una tragedia con nombre plural femenino, es un viaje al pasado para reencontrarnos como seres humanos. En este periplo entrelazamos las historias de dos manuscritos que comparten un mismo título: Las Suplicantes de Eurípides y Las Suplicantes de Esquilo. Hablamos con María Garralón, una de las piezas clave del reparto.
En esta ocasión entrelazan las historias de dos manuscritos que comparten un mismo título en una versión libre de Silvia Zarco.
Se trata de una función tremenda. A pesar de ser dos autores distintos, tiene mucho que ver en cuanto a la mujer. Silvia Zarco ha realizado una adaptación maravillosa y aunque son unas mujeres jóvenes las de Esquilo, que vienen de Egipto y que intentan pedir asilo en otro país, las quieren casar con sus primos y amancillar sus cuerpos. Así que piden auxilio por dejarlas vivir en esa tierra, y con las madres, que son las de Eurípides, lo que buscamos es que nos devuelvan a nuestros hijos muertos en la guerra para poderlos enterrar con dignidad y darles un último beso.
Es una obra en la que se habla de Oriente, Occidente, conflictos… Una tragedia clásica pero que se puede transportar a los problemas de la sociedad actual.
Por desgracia esto, que está escrito hace tantos siglos, sigue siendo vigente, y eso es lo terrible de la función. Aunque se hace como tragedia griega, me da mucha pena, rabia y tristeza que no hayamos aprendido nada a través de los siglos. La humanidad ha vivido cosas tremendas desde que tenemos conocimiento, y este problema que se vive en Las suplicantes sigue estando a la orden del día en nuestro tiempo. Se podría hacer una versión moderna con los problemas que tenemos ahora mismo en el planeta.
¿Cómo ha sido preparar este papel? Porque es la portavoz de las madres que van a suplicar al rey que les devuelvan los cuerpos sin vida de sus hijos.
El proceso fue precioso, primero porque me hacía una ilusión tremenda el poder trabajar en el Teatro Romano de Mérida, y eso me incentivaba mucho. Tuvimos unos ensayos con muchísimo calor, pero estamos todos tan metidos en la función, nos habían explicado tanto, no solo del texto, sino de todo el contexto que rodea a la obra. Tuvimos tan asumidos cada uno de nosotros nuestros personajes que realmente fue un proceso extraordinario. Estuve encantada y muy feliz. Es una compañía extremeña donde me acogieron muy bien. Son una gente encantadora.
¿Cómo ha sido trabajar con Eva Romero?
Ha sido encantador. Ha preparado una dirección muy íntima para todos nosotros, intentando que realmente sintiéramos todo aquello que nos está pasando individualmente y que luego fuera un conjunto que explota en el escenario.
¿Tenía pendiente un papel así?
Me hizo mucha ilusión. Yo he comentado varias veces que siempre me decía: «A mí esto no me va a tocar, lo de trabajar en el Romano». Cuando me llamaron fue una alegría enorme. El primer día que salí a escena, con todo el teatro de Mérida lleno de gente, saliendo sola a escena y me vi la luna llena en frente encima de mí y fue una sensación increíble. Me podía el sitio, el ambiente, la energía y el público, fue una experiencia muy grande. Estoy encantada de haberlo podido vivir.
Ya ha estado en Caravaca.
Estuve en 2019 con Háblame en el teatro, pero antes estuve con Trampa mortal en la Plaza de Toros. Que yo alucinaba del espacio que hay allí. Recuerdo cuando llegamos a la Plaza de Toros con Paco Valladares. Nos lo pasamos muy bien y tengo un recuerdo muy bonito de aquella noche, y de la hospitalidad de la gente que organizaba por aquel entonces la Semana de Teatro.
Forman un reparto completísimo de actores y actrices, donde también está la cantaora Celia Romero, que en 2011 y con tan solo 16 años fue ganadora del Festival Internacional del Cante de las Minas.
La voz de María te impacta, en un momento determinado de la función la vivo muy cerca de mí. El oírla te llega al corazón. Tiene una voz muy bonita y la música en general de la función es una auténtica joya. Es maravilloso ver cómo canta tanto a las mujeres jóvenes que viene de Egipto como a las madres. Es un momento muy emocionante de la función.